Rev. Cient. Interdisciplinaria Investigación y Saberes 11 (3) 2021
1390-8146
En este sentido, a criterio de los autores de este trabajo, se esgrime que las
competencias en el educando desde temprana edad están arraigadas a su
conducta aptitudinal, habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y
motoras intrínsecas, a esto se añade las experiencias adquiridas por su trayectoria
por la vida; por ello, la formación del docente establece el vínculo directo de la
teoría con la práctica como ruta de preparación profesional a partir de la
experiencia vivencial. Por lo que, se necesita de la observación sistémica de la
realidad, desde enfoques científicos, constituyendo la fuente primaria para la
obtención de información acerca de los problemas profesionales que obstaculizan
el logro de las aspiraciones de la sociedad, de ahí que el trabajo docente debe
enfocarse al desarrollo de competencias investigativas en los estudiantes desde
temprana edad; que les posibilite desarrollar un aprendizaje más significativo y
poder enfrentar la solución de problemas relevantes, lo que contribuye a la
construcción de conocimientos científicos en ellos o a reconstruir aquellos que han
adquirido en el proceso docente.
El componente investigativo contribuye, a corto plazo, al mejor desempeño del
estudiante en las tareas relacionadas con la actividad científica estudiantil y, a
largo plazo, al desarrollo de conocimientos, actitudes, habilidades y hábitos
investigativos, así como a la formación de un pensamiento reflexivo y crítico
(Mora, Pinargote, y Carranza, 2018.
Clasificación de las competencias
Según (Ojeda, Pino-Juste, y Carballo, 2017)., enuncian tres tipos de competencias
básicas, genéricas y específicas. En este sentido, las competencias básicas, son las
asociadas a conocimiento fundamentales para vivir en sociedad y desenvolverse
en cualquier ambiente laboral; es la base sobre la cual se forman el resto de los
tipos de competencias; por otro lado, las competencias genéricas están
relacionada con actitudes y comportamientos de labores propias de diferentes
entornos de producción, entre ellas se destacan:
a) Competencias instrumentales, Estas permiten evaluar los contenidos
curriculares de asignaturas y comprenden habilidades cognitivas, capacidades
metodológicas, destrezas tecnológicas y habilidades lingüísticas
b) Competencias interpersonales, son aquellas competencias que los programas
formativos atienden; entre otras, la capacidad de intercambio de información, la
capacidad crítica, la capacidad de trabajar en equipo, habilidades en las relaciones
interpersonales, aprender a trabajar en un contexto internacional, o el desarrollo
de un compromiso ético. Estas competencias deben agregar en el aula
metodologías activas y colaborativas; y,