Emmanuel Victorio Borgucci García, Genoveva Inés Gutiérrez Briceño
conjunto de hechos, que arrojan luz sobre sus causas, contexto y
consecuencias.
Ahora bien, se debe aclarar la diferencia entre explicación, argumento y
justificación. El argumento intenta mostrar algo que es, que será o que
debería ser; mientras que la explicación trata de mostrar el ¿Por qué?/
¿Cómo? de algo que es o será. En este sentido, el argumento contribuye a
formar una descripción que lleva a conocer o tener información sobre
algo de interés, mientras que la explicación apunta a entender ese algo o
fenómeno, conocer su causa. Por ejemplo, dos economistas visitan un
supermercado para hacer una investigación de mercado y observan que
la poca cantidad de productos ofrecidos disminuyó ostensiblemente. Uno
de los economistas podría decir que en el supermercado hay pocos
productos. Además, ese economista observa que en las góndolas hay una
sola hilera de una misma marca. Por tanto, se puede enunciar la
proposición, el argumento de que el inventario ha disminuido. Si ambos
economistas están de acuerdo en el argumento dado, se podría preguntar
¿Por qué hay pocos productos exhibidos? Así, la razón de la existencia de
pocos productos, la explicación, es que la empresa tiene poco capital de
trabajo para adquirir más inventario.
Ahora bien, la justificación consiste en las razones mediante las cuales, las
personas sostienen una creencia, explicación o argumento. Ahora bien, con
el ejemplo anterior, se debería justificar si es razonable que la razón es el
poco capital de trabajo para justificar la poca cantidad de productos
exhibidos en el establecimiento comercial, Barros-Bastidas, Turpo (2020).
Alguien podría alegar que el comerciante acapara productos para
venderlos en el mercado negro y refutar el argumento (que anteriormente
se dió como explicación) del comerciante. Así, hay dos creencias: una que
es falta de capital de trabajo y el otro acaparamiento. Si se comprueba
que la falta de capital de trabajo es la causa, luego de revisar los libros
de inventario, libro diario o el registro que se deba investigar, entonces la
explicación, la creencia, de que es un problema de capital de trabajo se
puede sostener razonablemente. Si se acepta, por ejemplo, que la razón
fue acaparamiento, como una adhesión personal gozosa, libre e
iluminada por la gracia divina (cualquiera que sea la fuente), se está en
presencia de una acto de fe (en latín, fides).
La idea de explicación como elucidación tiene a su mejor antecedente en
Aristóteles, quien sistemáticamente habló de explicación por medio de
cuatro causas: causa material, causa formal, causa eficiente y causa final.